Pues aquí llega la crónica del III Andalucía Desafío Doñana.
El pasado viernes 16 de septiembre, los
califas Juanmi, Juan Carlos y yo (Agustín), nos encaminamos hacia
Sanlúcar de Barrameda con bastante ánimo para afrontar el que iba a ser
nuestro 2º Andalucía Desafío Doñana. Queríamos ver si los largos
entrenamientos de esta temporada y en concreto de este verano habían
servido para algo.
Para resumir un poco cómo es la prueba
sólo decir que consiste en un segmento ciclista de 169 kms en el que
se sale en grupo, a continuación se cruza a nado el Guadalquivir (1
km) y por último hay que correr 30 kms por la playa hasta llega a
Matalascañas.
Tras un viaje bastante rápido y cómodo
en el coche de Juanmi, llegamos a la zona de recogida de dorsales. Este
año íbamos sin nuestras animadoras y con la experiencia del año
anterior en muy poco tiempo teníamos las bicis en los boxes y todo el
material preparado en las bolsas para el día de la carrera.
A las 19.30 teníamos que ir al
Briefing, en el cual nos iban a explicar cómo transcurriría la carrera y
cuáles eran las normas en cada uno de los segmentos, así que con
tranquilidad nos fuimos para allá y de camino nos aprovisionamos de
líquido para los mosquitos porque por aquella región son una legión.
Además Juanmi se pilló unas gafas de bucear porque había olvidado las
suyas en casa.
Tras salir del Briefing nos dirigimos
de nuevo a los boxes para soltar las gafas, recoger el equipaje del
coche e irnos hacia el hotel que estaba cerca de la salida. Justo por
el camino encontramos un telepizza con oferta 3x1, así que mirándonos
nos dijimos que esa oferta la habían puesto por nosotros. Las tres
pizzas medianas que nos pusieron allí además de estar buenísimas nos
dejaron con las pilas cargadas, y ya con más calma nos fuimos para el
hotel para velar armas hasta el día siguiente.
Llegamos a nuestra habitación y
comprobamos que las camas estaban bastante bien, así como el baño y el
resto de la habitación. Era hora de preparar la ropa y la comida que el
día siguiente teníamos que llevar en la bici. Habría que escribir otro
artículo bastante extenso para explicar lo que los tres llevábamos en
los bolsillos en cuanto a comida, así que me limitaré a decir que
llevábamos varios bocadillos, varios plátanos y varias barritas
energéticas cada uno. Juan Carlos y yo además llevábamos tres
botellines en la bici porque el año anterior pasamos muchísima sed.
Tras una ducha llegó la hora de
acostarnos y la verdad es que Juanmi y yo dormimos bastante bien,
mientras que Juan Carlos, a pesar de la valeriana, no durmió
prácticamente nada, y es que antes de una carrera si te desvelas al
principio de la noche ya te vas poniendo cada vez más nervioso y
finalmente acabas por no poder dormirte.
06.15 de la mañana. Hora de levantarse y
vestirse para bajar a desayunar. No desayunamos mucho porque creo que
la pizza de la noche anterior y los propios nervios de la carrera nos
cerraron un poco el estómago, pero a pesar de todo creo que íbamos bien
de combustible. Habíamos quedado a las 7.00 con Antonio Ostos y José
Callejas (los dos del Triatlón Marbella) en la puerta del hotel porque
querían dejar sus zapatillas en el coche de Juanmi y desde allí íbamos a
salir todos con las calas para la bici.
Una vez en boxes cogemos nuestras bicis,
inflamos las ruedas y ya nos ponemos a dar vueltas por allí haciendo
hora hasta la salida, que iba a darse a las 8.00. A las 8.30 saldrían
los profesionales y relevos masculinos.
Llega la hora de la salida y como el
año anterior los tres califas estábamos colocados en los primeros
puestos. Esta es una de las formas de salir en el vídeo de la carrera.
Las otras son el subir Arcos andando, el tirarte al suelo tras salir
del agua y hacer mucho ruido, o el tirarte al suelo al pasar por meta.
Bueno, y también caerte de la bici, pero esa es aconsejable no
probarla.
La salida fue bastante menos peligrosa
que el año anterior. Aunque el ritmo fue bastante alto desde el
principio, el ponernos justo detrás del coche que neutralizaba la
salida nos hizo evitar sustos. Tras los 8 primeros kms de salida
neutralizada se va el coche y comienza oficialmente el Desafío Doñana a
un ritmo de carrera muy muy alto.
El hecho de que los profesionales y
relevos masculinos salieran más tarde hizo que el nivel del pelotón
fuera parejo. A partir de aquí voy a contar la carrera por kms.
- Km 20: El pelotón va a mucha velocidad, en las cuestas hay que exprimirse para no quedarse atrás, pero hasta ese punto vamos los tres califas en el pelotón principal.
- Km 29: Empieza la carretera del infierno, o como la llamó Merchán, la Paris Roubaix andaluza. Se trata de unos 5-8 kms con agujeros, socavones, zanjas o como se les quiera llamar, en los cuales los primeros del pelotón van ignorando dichos problemas de asfalto, y en el que los que vienen detrás no pueden ver por donde están los agujeros y muchos se acaban tragando alguno con el consiguiente pinchazo, reventón, caída o todas estas cosas a la vez. Aquí Juan Carlos se adelantó e iba de los primeros, yo iba a cola del primer grupo y Juanmi decidió no jugarse su físico y el de su bicicleta y se quedó algo descolgado. Según nos comentó luego Juanmi las cunetas de este tramos estaban llenas de triatletas reparando pinchazos.
- Km 60: Tras la carretera en mal estado llegó una carretera muy bien asfaltada en la que el pelotón se agrupó. Tuve suerte de llegar por lo pelos al primer grupo junto con Juan Carlos. Juanmi no pudo alcanzarnos porque el tiempo perdido en el tramo malo fue mucho y porque el ritmo en el pelotón principal no se aminoró. Justo en el km 60 hubo una caída tonta que nos hizo a algunos poner pie en el suelo. Tras poner pie en tierra rápidamente tuvimos que volver a salir rápidamente a alcanzar a los primeros. Fue en ese momento cuando Juan Carlos, por tener que pasar con su bici por la cuneta para esquivar a una moto de la organización, pinchó su rueda delantera y se tuvo que parar a arreglarla. Yo pude seguir con el primer grupo y Juanmi venía por detrás en otro grupo.
- Km 80: Llegan las temidas cuestas de Arcos de la Frontera. La primera de unos dos kilómetros con una pendiente no muy dura pero sí constante hicieron que el pelotón se estirara como un chicle. Yo que estaba en la parte final del pelotón me ví cortado, y delante mía se formaron dos grupos. No pude alcanzar al segundo grupo por muy poco. Mientras detrás Juanmi y su grupo pasaron a Juan Carlos, que perdió bastante tiempo en arreglar el pinchazo y que tras este inconveniente se dispuso a intentar recuperar todo el tiempo posible en bici aunque llegara reventado a la carrera a pie. Justo cuando pasaba por Arcos Juan Carlos dio caza al grupo de Juanmi y pudo irse de ellos y continuar con su remontada.
- Km 120: Aquí empezó el calvario de Juanmi. Este fue el km de su primer pinchazo con las consecuencias de perder grupo y sobre todo tiempo en cambiar la cámara. A esta altura Juan Carlos había alcanzado un grupo del que iba tirando y yo iba en un grupo de unas 10 unidades del que prácticamente estaba tirando yo casi todo el tiempo con la ayuda de un triatleta del Triatlón Granada.
- Km 130: Este fue el kilómetro aproximadamente en el que dos profesionales y dos relevos masculinos alcanzan al grupo de Juan Carlos. Esta era la ocasión de remontar y por esto Juan Carlos se pegó a ellos y se limitó a aguantarles la rueda. En este km desconozco la situación en la que se encontraba Juanmi. Si hubiera escrito esta crónica algo antes me acordaría, pero una semana y pico después.... me cuesta recordar. En este punto me fui de mi grupo junto con otro triatleta dando relevos a buena velocidad, pensando que podíamos llegar a meta a buen ritmo, aunque para mi desgracia, dos o tres kilómetros más adelante pinchó mi compañero de fuga y me ví solo con casi 40 kms por delante.
- Km 145: En este punto me coge Juan Carlos y el grupo de profesionales. Me consigo enganchar y la velocidad a la que van hace que se me pongan los cuadriceps a tono. Consigo aguantar unos 7 kms antes de descolgarme a la salida de una rotonda tras un fuerte tirón. Me quedaban 17 kms por delante. Mientras Juanmi había pinchado otra vez. Como sólo había llevado una cámara (en los entrenamientos nunca hemos pinchando y creía que con una era suficiente) tuvo que ir inflando la bici cada 10 kms hasta que alguien le prestó una cámara. Todo mala suerte en esta carrera para Juanmi.
- Km 162: Aquí Juanmi volvió a pinchar, a tan solo 7 kms a meta, así que vuelta a reparar la bici. En esos momentos se le pasó por la cabeza abandonar pero como le tenía prometida la medalla a su niña..... pues no le quedaron más cojones que seguir "palante".
- Km 169: Llegada a la T1. Primero llegó Juan Carlos junto con los Pros y los relevos, en un tiempo de 4h52m. En 4h57m llegué yo (sí sí, me metieron 5 minutos en 17 kms y eso que yo siempre iba entre 36 y 40 km/h). Finalmente y tras un sinfín de problemas llegó Juanmi en 5h45m.
Tras la dura bicicleta llegaba la hora
de la natación. Los recuerdos del año pasado nos decían que en unos 15
minutos el río estaba cruzado, pero nada más lejos de la realidad. Al
llegar a la orilla nos dicen que había mucha corriente y que había que
nadar "pa la deresssshhhhaaaa". Tras ponernos a nadar pa la
deressshhhaaa lo único que se conseguía era que la corriente del río
nos metiera en el mar porque había marea baja. Así que o bien los
canoistas o la cruz roja terminaban diciéndonos que nos dejáramos
llevar por la corriente y que nadáramos de frente aunque luego al
llegar a la otra orilla del río tuviéramos que andar casi 1 km para
poder llegar a la T2. Tras mucho pelear con el río Juan Carlos logró
cruzarlo en 24min. (añadiendo el tiempo de transiciones), y justo cuando
él empezaba su carrera yo había cruzado el río y me dirigía hacia la
T2. En estos momentos las piernas suelen estar acalambradas. Yo tenía
los cuadriceps bastante castigados. Finalmente logro finalizar la
natación en 30min.
Por detrás venía Juanmi, ya bastante desilusionado
por todos los problemas que había tenido y aún así y sin ser buen
nadador logró terminar este segmento en 35min.
Bueno, la natación prácticamente era un
momento de relax antes de enfrentarnos con lo más duro del día, que
eran los 30 kms corriendo por la playa desde la desembocadura del
Guadalquivir hasta Matalascañas. Juan Carlos iba decidido a reventarse y
se puso a correr como un loco. Puso un ritmo bastante elevado y
consiguió mantenerlo casi toda la carrera. Finalmente alcanzó a José
Callejas y los dos que iban reventados decidieron entrar juntos a meta.
Al final su tiempo fue de 2h29m en la carrera, y el tiempo total final
de 7h45m41s, entrando 17 de la general y 3º de su categoría empatado
con José Callejas.
Yo por mi parte empecé la carrera a pie
a un ritmo muy bueno. Tras llegar al km 12 en una hora la cosa empezó a
ponerse algo fea porque la marea estaba subiendo y ya no se podía
correr por la arena mojada, sino que la olas te obligaban a meterte por
la arena suelta, por lo que el ritmo en los últimos 15 kms fue algo
más bajo e incluso los últimos 6 o 7 kilómetros se hicieron
desesperantes. Pero al final conseguí llegar bastante entero, habiendo
corrido durante toda la prueba, a excepción de las paradas en los
avituallamientos para repostar. Finalmente conseguí llegar a meta en
2h40m de carrera a pie que no me pesaron mucho dado que tenía en mente
las 3h30m que pasé "corriendo" el año anterior. Mi tiempo final en meta
fue de 8h8m19s, 29 de la general y 7º de mi categoría.
Por su parte Juanmi, se encontró con
toda la mala suerte de cara pues cuando empezó a correr ya la marea
estaba alta y tuvo que hacerse prácticamente toda la carrera por la
arena blanda, aunque el salir de puestos traseros hizo que pudiera
recuperar muchos puestos en la arena de Doñana. Fue toda la carrera a
un ritmo constante y con muy buenas sensaciones, terminando la carrera a
pie en 2h53m, con un tiempo final de 9h13m56s en el puesto 108 de la
general y el 25º de su categoría.
Tras la entrada a meta y posterior
avituallamiento+ducha tuvimos una espera no muy agradable de una hora
hasta que nos montaron en un autobús 4x4 y nos llevaron a Sanlúcar por
la playa. Una vez allí un ferri nos cruzó el río y ya en la T1
procedimos a la retirada del material. Algo reventados llegamos al
hotel y tras colocar las bicis en la habitación nos limitamos a comer
la comida que habíamos traído en las neveras el día anterior, aunque
comimos poco porque los estómagos andaban delicados con toda la
cantidad de "comida no recomendable" que habíamos comido durante la
prueba. Esa noche sí que dormimos bien.
El domingo amaneció y con tranquilidad
nos fuimos a desayunar a tutiplén. Sin prisas y con el estómago vacío
la comida entraba que era un gusto, luego nos dedicamos a preparar el
equipaje y a cargar el coche porque teníamos que ir a la Ceremonia de
entrega de premios, en la cual nos daban una comida.
Una vez que tuvimos a Juan Carlos con su
trofeo nos encaminamos hacia el coche porque estábamos deseando volver
para poder descansar en condiciones y para poner un bonito final a un
fin de semana duro, intenso e inolvidable. El año que viene habrá que
volver, ¿No?
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